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miércoles, 20 de mayo de 2009

Bibiana Aído y los niños vivos no-humanos.


Las niñas "vivas no humanas" solo meriendan Nocilla.

Como habrán oído, leído o les habrán relatado, la queridísima "mininistra" Bibí Aído, "la ministra más lista", muy querida en esta su tercera o cuarta casa, ha realizado unas simpáticas declaraciones manteniendo su particular estilo siempre acorde a su sabiduría y educación, cosa que de la que siempre hace gala.

Por suerte tenemos una ministra que conecta con la sociedad y es hija de su tiempo, por fuerza, y es que se ve que no conoce demasiado las costumbres de otros tiempos porque ni sabe ni pizca de historia, por no empezar a hablar de geografía, ni de la Tabla periódica, ni de las leyes de Mendel, ni siquiera de la poesía de Gloria Fuertes.

Por eso su presencia es tan enriquecedora como necesaria: porque nos recuerda con su persona que cualquier imbécil (o imbécila) puede llegar a ser ministro, e incluso que precisamente para ser ministro en este país con ser imbécil uno ya tiene media profesión aprendida.

Y es que, como pueden ver aquí (ABC) o aquí (Público), según ella "Un feto -de 13 semanas- es un ser vivo, claro, pero no podemos hablar de ser humano porque no tiene ninguna base científica". Literal.

Me da mucha pena esta chica. Me da pena por ser tan injustamente maltratada debido a envidias surgidas por sus enchufes y sus padrinos, a su inteligencia tan fresca como el azahar y a su perenne sonrisa hecha de perlas y hachís tan liberada como tolerante; y más pena me da que cada vez que siente la llamada del conocimiento y nos inunda con sus reflexiones en torno al Ser, como un Aristóteles castizo cualquiera, se la trate tan mal como se la trata por la "homogonofobia" de nuestro país y su "mamachichismo" atávico.

Si la genética, la biología, las témporas, la astrología y hasta el sentido común de serie más chusco dicen todo lo contrario a lo que mantiene esta brillante ministra, toda una tradición cultural postmoderna la apoya en sus declaraciones.

Y yo por una vez también la voy a apoyar, bien apoyada; no sólo porque conozco "varios fetos de 30 años que son seres vivos pero no son seres humanos", sino porque desde que el mundo es mundo y por lo tanto inmundo y redondo, todo lo que entra en cuerpo de mujer, vía vaginal, no es necesariamente humano, y a veces ni vivo, e incluso hasta el fruto de su vientre muchas veces tampoco es humano.



Ella es una intelectual moderna y no una científica de mierda cualquiera; una de esas intelectuales mitad wikipedia en español, cuarto de novela de moda y cuarto escapadita a Londres con Ryanair, todo envuelto en modelito y en catequismo provinciano de partido: una hija de su tiempo, como antes les decía, y de su país, de pura raza, pueden jurarlo.

Para que recapaciten y vean claramente la sabiduría de las palabras ministeriales, les voy a anotar, muy brevemente, algunos de los casos HISTÓRICOS y CIENTÍFICOS más conocidos y mejor documentados, casos que avalan al 100% las acertadísimas teorías metafísicas de nuestra ministra, pónganse de pie y aplaudan, Bibiana Aído. Vamos que nos vamos:



-El niño minotauro Asterión.



La ministra ni lo huele, pero Vds. gente de buen gusto y mejor cultura, sino no estarían por aquí, ya conocen la historia de las bromitas de Poseidón y su torito marino blanco como la espuma o el semen, y los furores uterinos de Pasifae, casada con un Minos (hijo de Zeus y Europa, todo queda en casa) inapetente en los tiempos en que la Viagra no existía y los deseos se intentaban encender con hojas de lechuga y caracoles. Mal asunto.

Gracias a la maña de Dédalo, que construyó una vaca de madera hueca por dentro, Pasifae pudo darse durante muchas noches el gustazo de quitarse la melancolía, la neurastenia y los suspiros a golpe de tranca taurina; por desgracia en aquellos tiempos tampoco había ministras como Aido, así que el fruto de sus goces nació con los ojitos de su madre, con la mala baba de su padre y los cuernos de su padre biológico y los de su padre putativo, Pepe para los amigos; ya saben cómo terminó la cosa, como el rosario de la aurora:

El hijo caníbal encerrado en un laberinto, el arquitecto del laberinto también encerrado con su hijo cuando presentó la desorbitada factura y la masculinidad del ser humano y de la civilización grecolatina seriamente dañada ya para siempre.


Dédalo muestra su creación a Pasifae. Ícaro juega con el tente de madera.

Algún milenio después, los machos de la especie conservamos, aún de manera inconsciente, el complejo por no poder competir con los poderosos genitales del lúbrico astado, y es que los simios no somos especialmente conocidos por nuestros atributos (de hecho a las pocas rarezas que existen se las suelen filmar en documentales llamados "pornográficos"); quizá por ello la indústria encargada de fabricar productos para alargar el pene milagrosa, que no cientificamente, e incluso fabricar alguno "nuevo" con labios vaginales y carne cular, es la más potente, sólo económicamente hablando, y la única que nunca está en crisis ni siquiera personal.

En nuestro país tenemos la suerte de tener la popular figura psicosexual del torero, necesaria a tantos niveles, que sirve para apaciguar ese trauma biológico mediterráneo tan tremendo y doloroso, y todo ello marcando paquetón mientras "penetra" con sus espadas al traicionero y lúbrico astado. ¡Olé!.




-Niño mutante genérico.





La lista es interminable. Quedémonos con el hilarante trailer de "It´s alive", que no sólo es mucho mejor que la misma película sino que nos la resume por completo, junto con algún título de propina como "The Brood", "Marisol rumbo a Río" o "Combat Shock" como brillantes ejemplos para ilustrar como un hijo mutante, "vivo pero no-humano", puede convertir la tranquila vida familiar nuclear en un infierno doméstico.

Será la contaminación, los residuos nucleares, la medicación caducada, las pipas de crack o las novelas de Sánchez Dragó, pero el riesgo de que mientras esperamos a que llegue la cigüeña (mutante) tengamos que tejer los patucos de tres en tres y no perder ojo a la escopeta de postas cargada, está siempre presente en nuestra sociedad actual.

y es que no sólo muchas veces el futuro neonato decide saltarse varios pasos en la cola de la evolución por su cara bonita, sino que además la vida humana le importa menos que la vida de las lagartijas de las Molucas.


Clarísimo ejemplo de "ser vivo no humano" con niño.

-Niños Alien.



¿Qué es "Alien"sino la historia de una embarazo interplanetario no deseado, un parto con cesárea a las bravas y sin anestesia, el relato de la rebeldía del primer hijo "interespecie-interplanetario" y el drama de un complejo de Edipo especialmente virulento con tendencia al mordisco castrador?.

"Alien" es sobretodo un dramón de los gordos, de hecho yo lloré como una magdalena cuando la vi por primera vez, aún más de lo que lloré viendo las dos últimas partes que son como para llorar lo suyo y acabar rojo como un tomate cuando, ¡por fín!, terminan.

Y es que en toda la serie la problemática de la maternidad, el drama de las familias numerosas, la dimensión de la maternidad carcelaria y hasta el incesto están presentes y son tratados con un respeto y una delicadeza formidables.

Por otro lado también tenemos el drama The village of the dammed, mucho más intimista, que también aborda el problema generacional entre estos hijos "interespecialitos" y sus frustraciones y miedos al crecer en un mundo "demasiado humano", pero centrándose sobretodo en reflejar sus dificultades de aprendizaje en un opresivo colegio franquista de post-guerra. Por cierto, Almodóvar, como buen director español también nos va a torturar con su visión sobre el tema... ¡Qué malas son las subvenciones!.


-Niños semi-vegetales.



Las damas y los vegetales siempre han hecho muy buenas migas desde Eva y sus manzanas tan sabrosas como envenenadas; pero el espontaneo quitapenas con pepino gazpachero, con tropical babana o con hermosa zanahoria rebosante de vitamina A, en muchos de los casos han traído consecuencias bastante dolorosas tanto para la madre como para el niño. El marido en estos casos no sufre mucho porque suele morirse de vergüenza rápidamente sin demasiado alboroto.

Multitud de híbridos viven en la miseria y en la dolorosa depresión ante el rechazo por partida doble al que son sometidos, ya son tan despreciados por el peludo reino animal como el espinoso reino vegetal: ¿Quién no conoce algún desgraciado hombre-calabaza?, ¿A alguna mujer cebolla?, ¿A algún niño melón?. Las calles, las cloacas y las facultades de informática y economía están llenas de seres mitad humanos y mitad vegetales.

El conocido (Bis repetita...) caso del niño-pepino Belga es un claro ejemplo para ilustrar la mala vida que estos seres suelen llevar y cómo el mundo de la publicidad, la farándula y el cine los utiliza y los explota hasta que se harta de ellos y los abandona a su suerte en el mundo de las drogas, la prostitución de carretera y los bocadillos con mayonesa.



El hombre, mucho menos aficionado al mundo vegetal y generalmente más propenso al "solomillo enrollado onanista" o al "pollo asado quitapenas", también ha dado uso esta práctica sexual para desfogarse, aunque generalmente siempre en tiempos de postguerra en los que la carne, el tabaco, el chocolate y los antipsicóticos tienden a escasear y ni un melón, sandía o hasta calabaza se suelen respetar.



-Niños divinos.




De estos los hay a docenas porque cualquier dios que se precie (Zeus, Yaveh, Ra, Odín, Xenu...) tiene varios hijos, como es del todo comprensible porque las hembras de la especie humana resultan bastante atractivas, especialmente depiladas, y encima la eternidad es mucho tiempo como para pasarlo haciéndose gayolas cósmicas con el riesgo añadido de convertirse en el blanco de las burlas y la risión de los panteones vecinos más chuscos.

La vida de los "seres vivos divinos" suele ser muy traumática, por una parte la ausencia del padre suele serles muy dolorosa, sus ideas e iluminaciones suelen producirles los más negros y dolorosos casos de fracaso escolar y siempre terminan apaleados, descuartizados o crucificados, con toda la razón del mundo, la verdad sea dicha, por insoportables y repelentes.

Las iglesias son las que más tienden a proteger la integridad de la familia, quizá porque saben lo duro que es crecer siendo un hijo bastardo como un "hijo-divino" cualquiera, quizá porque temen quedarse sin seguidores a los que sobar en la catequesis.


Una familia feliz con hijo divino.



A ver si otro día nuestra "ministra más lista" dice que "Es mejor tener un hijo deseado que uno no deseado o que desearlo y no tenerlo" porque la lista de monstruosidades familiares "vivas y humanas", como bien recogen "¿Quién puede matar a un niño?", "Home-Alone", "Children of the corn", "La familia y uno más" o "Recluta con niño", es aún mucho mayor y donde el aborto entre los 3 meses y los 25 años de edad no sólo está absolutamente justificado sino que debería aplaudirse y promocionarse.



P.S:

Si han tenido ya al ser "vivo no-humano", que vamos a tener que soportar todos, denle algún capricho por su cumpleaños, al menos hasta que el populacho enloquecido aparezca con cuerdas, cuchillos y antorchas, para practicarle un aborto retroactivo. Pueden ver muchos ejemplos ideales para "no-humanos" en la web "Everything is terrible", tan ideales como el hada madrina de los "cumpleaños para princesas" y su perro Pipper, "Aaahhh, haaaaaaa, Aaaaaahhhh":

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