Continúan los dramones cósmicos, el triunfo total de la histeria más negra y los latigazos de la educación sexual/afectiva más perversa, que unas simples viñetas pueden contener.
Nuestras señoritas (decentes) enamoradas, siguen pasando unas noches como agujeros negros en la galaxia de la angustia y la desazón ¡El horror! Para que vean que no me regodeo, o no tanto, les prometo que la próxima entrega tratará sobre las noches, a veces toledanas a veces pardas, de señoritos (decentes) enamorados, o no. Ahí queda dicho eso, que no se diga que en este blog no hay paridad de pesadillas y neurosis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario